martes, 23 de junio de 2009

2009 Boston Marathon: Correr para contarla - La Carrera 3

Solo faltaban 7K (menos de dos vueltas al Pentagonito, que lo hacía como rutina diaria durante mi entrenamiento y sin cansarme), hasta ese momento iba corriendo aproximadamente 3h45m, y pensé: ‘Maro, hasta acá ya te hice caso, ahora me haré caso a mí mismo’, quería acelerar, me sentía bien y quería llegar en 4h15m… sentía que era posible —luego me daría cuenta que no.

En verde como siempre el altímetro, se nota que a partir de allí todo iba a ser bajada, en azul mi paso, se ve también que estuve por debajo de los 6min/K, incluso por ratos por debajo de los 5min/K.



Brookline, el séptimo pueblo nos recibe y notamos que a simple vista tiene más habitantes que Newton, se ven zonas más urbanizadas, hay más gente en las calles y mucho más bulla, eso hacía suponer que nos acercábamos a Boston.

Corríamos sobre la Commonwealth Ave. y de pronto de ensancha, se pone muy grande y carteles te dan la bienvenida a Cleveland Circle.

Una curva a la izquierda nos hace cambiar a la Beacon St., una calle recta muy larga de al menos dos kilómetros de distancia.

A partir de los 35K, pasaba a todos, todos estaban muy cansados luego de las colinas de Newton y yo me sentía muy bien, no me dolía nada, saludaba con la mano a todo el mundo, veía gente rengueando, algunos parecían acalambrados, otros sentados en el piso y llorando porque no podían más… agradecía que todo me iba bien hasta ese momento y esperaba todo termine bien.

Ni los súper héroes me alcanzaban, dejaba atrás al Capitán América, Batman, Robin, La Mujer Maravilla, Chapulín, etc… todos los súper amigos estaban destruidos, parecía que habían tenido alguna batalla por defender la tierra antes de la maratón.

A pesar de haber estado corriendo por casi 4 horas, sentía mucho frío, parecía que no hubiera calentado nada, tampoco sudaba, en todo momento corrí con los guantes, solo me sacaba el derecho para comer las naranjas que muchas personas nos regalaban.

Acá una foto captada por marathonfoto.com justo cuando estoy comiendo una naranja regalada por alguien.

Aumento la velocidad y logro correr a 5:23min/Km. (~11.1Km/h), del 35K al 40K los hago en 26:55.19, estaba desafiando el pronóstico que decía la Web, que había estimado iba terminar la maratón en 4h40m. En Lima, mi trainer veía estos tiempos y no pensaba que fuera capaz de mantener el paso hasta el final, pensaba me iba morir por el 38K.

A lo lejos (muy lejos) se ve el letro de CITGO, que marcaba la milla número 25 (~40K)… aquí en la foto se ve el letrero muy pequeño en el centro del círculo.


Antes de llegar a CITGO, hay una última pequeña subida, que no estaba registrada porque no es tan pronunciada como las de Newton, pero luego de casi 40K, te parece gigante… es el puente que cruza la autopista Mass Pike, casi todos ya caminan en este punto. Esta foto que encontré no es muy buena, pero es justo cruzando el puente, con los corredores destruidos, y el letrero de CITGO muy cerca.




Como siempre en verde el altímetro y en azul el paso. Trato te mantener la velocidad y esos dos últimos kilómetros los recorro a un promedio de 5:47min/K.

Llegué a la marca de los 40K en 4h12m aproximadamente, era imposible llegar antes de las 4h15m, pero eso no me desmotivaba. No se en qué momento me empieza a doler la rodilla derecha, pero el dolor no iba impedir mantenga el mismo ritmo… un poco más allá trato de tomar un trago de Gatorade, y como era complicado hacerlo corriendo, bajé un poco el paso, y justo allí me quiere dar calambre en el femoral derecho… así que me dije, ‘aunque me tire todo el Gatorade encima, no paro y lo tomo corriendo’… no le tomé mucha importancia al calambre y seguí.

Acá otra foto de marathonfoto.com, justo cruzando el letrero de CITGO.



Ya en la señal de CITGO te recibe el segundo pueblo más esperado de toda la maratón (el primer pueblo más esperado era Welleslely y sus Demonias), Boston, el octavo y último pueblo… aunque este ya no es pueblo, es la ciudad, la capital del estado de Massachusetts.

La milla 25 no está marcada como todas las anteriores, no aparece el típico letrero ‘25 MILE’, en cambio aparece un letrero completamente motivador ‘1 MILE LEFT’.

Quedaban menos de 2K…

Ya estábamos en medio de la ciudad de Boston, luego de cruzar la marca de los 40K giramos a la derecha y cambiamos de avenida, ahora estábamos en Commonwealth Ave., unos metros más allá pasamos debajo del puente Charlesgate, la bajada normal… pero la subida, a pesar de no ser muy pronunciada, ya costaba mucho.

A pesar de haber estado parados más de 4 horas y el frío, la gente te siga animando, lanzaban mensajes de aliento a todos los corredores, como si nos conocieran de toda la vida.

Unos metros más allá giramos a la derecha en Hareford St., y por primera vez en toda la maratón oigo: ‘VAMOS CALIN!!!’, en toda la carrera solo había oído ‘go Peru’… pero escuchaba ‘CALIN’… giro y era Katherine, una amiga que sabía que iba correr Boston, y habíamos conversado que estaría llegando a Boston luego de 4 horas—por cierto, aún sigo esperando sus fotos del momento que pasé al lado de ella— igual lo máximo Katherine!!!... la saludo con la mano y me voy… ya solo estaba a 300mts. de la llegada.

Finalmente la última curva, el último giro a la izquierda para llegar a Boylston St, y ver al final de la calle el letrero de FINISH. Esta foto justo muestra el momento del giro a la izquierda.


Muchos de los corredores que estaban al lado mío, al ver el arco de llegada gritan de emoción, algunos se arrodillan, se abrazan, otros empiezan a llorar… fue uno de los momentos más emotivo de toda la carrera.

Aumento la velocidad, la gente me alentaba y yo los saludaba, levantaba mis brazos para que me sigan animando, cada vez veía más cerca la llegada y quería quedarme para siempre en ese momento, le mostraba a todos el nombre de mi país en el pecho y se volvían locos, me gritaban de todo, en ese momento solo oía bulla, no distinguía nada de lo que decían.

Muchas cosas se me vienen a la cabeza, me acordaba de mi mamá, que había hecho una misa de salud el día anterior de la carrera a nombre mío rogando no me pase nada; recordaba mi hermano, que nunca supo en qué momento me volví corredor, le sorprendía el hecho que antes no hacía nada de deporte, que pasaba más de 12 horas en cama aplastado, y que ahora era capaz de correr mucho más que él; de mi querida Maro, que me curó de la lesión, y que hace solo dos meses estaba lesionado y no podía correr ni 5K... en ese momento, era capaz de correr 42K, ella me cuidó todo el camino.

Tenía a mis amigos en la cabeza, a mi familia en el corazón y a mi entrenadora en las piernas.

Luego de 4h25m31s cruzo la meta EMOCIONADO, SATISFECHO, ORGULLOSO y CANSADO… pero al fin y al cabo… lo había logrado, lo había conseguido… y no se por qué, pero quería seguir corriendo.


Me saludaba con los que habían llegado y nos felicitábamos en inglés… muchos lloraban y los voluntarios los consolaban, así que yo también fui por mi abrazo de felicitaciones de alguna voluntaria puessssssssss… no tenía a nadie en la llegaba y necesitaba abrazar a alguien.

Lo había logrado, era parte de ese grupo que llaman ‘maratonistas’… y aún no creía que lo había logrado.

Los voluntarios no te dejan hacer nada, vienen y te dan una botella de agua, te la abren para ti, te ponen la capa de aluminio, te piden que te voltees para que ellos mismos te la coloquen (la capa)… sigues caminando y ellos se agachan para sacarte el chip de la zapatilla, luego te vuelven a colocar los pasadores… y finalmente, uno de los momentos más sublimes… te colocan la medalla con el unicornio.

Lo había logrado, había capturado al unicornio.

Feliz posaba con mi capa y mi medalla ante todo fotógrafo que se me cuadraba delante.

Quería dos medallas, una para mí y otra que iba regalar a alguien… pero no se pudo, solo te daban la medalla a cambio del chip y yo ya había hecho el cambio… qué mala suerte!!!

De la emoción de la llegaba, los abrazos y saludos con todo el mundo, no recordaba que hacía un frío de los mil demonios, que a pesar de la capa de aluminio igual sentía el aire frío de Boston llegando hasta los huesos.

Caminé hasta los buses, busqué mi número y pedí mi bolsa que había dejado al inicio del día en la villa de los atletas. Era momento de ponerme ropa seca…

Saco mi celular de la bolsa y llamo a mi casa y me contesta mi mamá, a ella no le importaba si había llegado a la meta, si había hecho buen tiempo, si había mantenido mi paso, solo le interesaba saber si aún estaba vivo.

Luego hablo con Maro, y me dice que había hecho una carrera excelente, que celebre y disfrute del momento.

Y eso iba hacer…

lunes, 15 de junio de 2009

2009 Boston Marathon: Correr para contarla - La Carrera 2

(mejor posteo de una vez, sino no voy a terminar nunca...)

Estaba en Wellesley...
Entro en el túnel de gritos y era ensordecedor, por momentos insoportable, pero no me molesta, todas querían darme su afecto y aliento… y yo estaba allí para recibirlo, ja, ja, ja. A pesar que les han puesto barras separadoras para que no se metan, muchas se trepan y se sientan en las barras esperando estar más cerca de los corredores.

Nos gritaban de todo, ni se entendía, solo escuchaba que decían ‘Perrrrrrrrruuuuuuuu’, así que al comienzo les devolvía el saludo con la palma de la mano. Cuando ya te vas acostumbrando al bullón, empiezas a entender y veía los cartelitos que habían improvisado, todos referentes a ‘KISS ME’, todas querían besar a los corredores. Los carteles más simpáticos decían:
- Kiss me… en todos los idiomas imaginables, hasta el Chino supongo
- Bésame, ya soy mayor de edad… ja, ja, ja
- Si me besas, ganarás la carrera… jaaaaaaaa
- No seas tímido, solo bésame
- Besos para mujeres… esa debe ser una lesbi
- y muchos más…




Corría saludando a las chicas y ellas gritaban: ‘hey Peru, kiss me’… y Peru las ‘kisseaba’, creo que por eso hice más de cuatro horas, tal vez si no paraba esas tres veces (si, tres veces) habría hecho menos tiempo, pero no importa, jaaaaaaaa.

Una chica tenía un cartelito que decía ‘Kiss me Cali’, seguramente esperando algún amigo que se llamaba así… paso al lado de ella, veo el cartelito, y me detengo, le muestro la espalda de mi polo que decía ‘Calín’… así que le pedí mi kiss... lo Huston pe’ varón ¿si o no?



Con mucha pena dejaba Wellesley y seguía otros 5K.

A los 21K, recuerdo que ya era hora de tomar mi tercer gel y noto que no tenía más, de la emoción de saludar a los Corbera y el locurón de Wellesley, olvidé que además de hacer el refill del Gatorade, tenía que pedir dos gels adicionales… ya era demasiado tarde, estaba demasiado lejos como para regresar. Además, recordé que Powergel era auspiciador de la maratón y cerca al kilómetro 30, iban estar repartiendo gels gratis, así que tenía que esperar llegar a ese punto.

Ya para esta hora, había llegado el etíope Merga en 2:08:42, mientras que yo recién completaba la media maratón en 2:15:16


Del kilómetro 20 al 25 demoro 32:02.86, a 6:24min/Km. (~9.4Km/h), estaba bien, no me dolía nada, muy tranquilo y seguía disfrutando de la maratón. Recordaba a la tía del ceviche y me reía solo, a Wellesley y me daba pena, quería volver, ja, ja, ja.

Corría y alcanzaba a ancianas, discapacitados (con una pierna, sin brazos, etc.), ciegos corriendo con guías, gente subida de peso, etc., no podía creer, que estas personas hayan estado delante de mí las más de dos horas que iba corriendo, ¡¡¡era increíble!!!

Muchas escrituras en el piso, algunas con tizas, otras con spray, pero siempre con mensajes de aliento a los corredores en general o cada quién apoyando a su favorito.



1:19pm, llega una bajada larga y me recibe el sexto pueblo, Newton, y recuerdo que a partir de acá empiezan las colinas más fuertes. A los 26K, la primera colina, Newton-Wellesley Hospital; a los 28K, es la segunda, Newton Fire Station, muy larga, de casi 1K.

De hecho que se sienten las subidas, y pensaba: ‘si esta es así, ¿cómo será la Heartbreak Hill?’. Recordaba también lo que me decía Ángel Corbera: ‘lo bueno es que cómo hay mucha gente, no verás la cima de la colina’, en ese momento no sabía si eso era bueno o mal. Así que apliqué uno de los tips que te dan: a mover más los brazos.

Estos 5K los hago en 32:32.71 minutos, a pesar de las cuestas, mantengo el paso a 6:30min/Km. (~9.2Km/h), empezaba a pasar a los corredores, muchos ya caminaban y se notaba en sus caras el cansancio y lo duro que era esta parte de la ruta. Hasta acá ya voy 30K, la distancia máxima durante mi entrenamiento, a partir de ahora, era territorio nuevo, no sabía cómo reaccionaría mi cuerpo, solo esperaba me vaya igual de bien como me iba hasta ese momento.

Cada vez que veía un fotógrafo de www.marathonfoto.com, levantaba los brazos, le mostraba mi número (24374) y le hacía todas las señas posibles para que me tome una foto. La foto que aparece acá, es el momento que cruzo la marca de los 30K… es la que ahora tiene Maro en su consultorio, la vimos juntos y me dijo: ‘iban 30K y se te nota fresco’

Siempre recordaba lo que me decía mi trainer, ‘cada 5K analizamos como estamos, el cuerpo te va avisar’, y hasta ese momento me sentía bien, mi cuerpecito me decía: ‘dale nomás’.

Se acercaba el momento de tomar el cuarto gel y no tenía, felizmente que a la altura del kilómetro 29, PowerGel los estaba regalando, también habían barras y cubos energéticos, así que fui uno por uno preguntando: ‘¿chocoleit fleivur plis?’ (ja, ja, ja), y agarré tres.

Abrí uno en ese instante, porque ya había pasado más de una hora desde que tomé el último, pero no me sabía igual, estaba mucho más espeso que los AccelGel que normalmente tomaba, estos nuevos me obligaban a pasarlos con un buen trago de líquido. Además, tenía miedo que me cayeran mal al estómago y me lo afloje o algo parecido.

Felizmente estos 5K pasaron sin mayor apuro, y recordaba que se acercaba ‘Heartbreatk hill’, la ‘dizque’ cuesta más fuerte.

1:52pm, 30K y sigo en Newton, el pueblo de las colinas… A partir de este kilómetro todo era nuevo para mí, en ningún momento durante mi entrenamiento había corrido más de 30K. Terminaba de subir una colina y al poco rato me esperaba otra, siempre trataba de mantener el paso y felizmente lo estaba haciendo.

Como me sentía muy bien, y no me dolía nada, decidí acelerar el paso, pero las colinas no me iban a permitir ir muy rápido.

Entre las millas 19 y 20 (~30.5K y 32K), está la tercera colina, John Kelly Statue, y me contaron la historia que esta estatua esta dedicada al famoso corredor que corrió 61 maratones de Boston, la última a los 84 años. En esta estatua aparecen dos momentos del él mismo, dicen que lo representa de joven cuando corrió su primera maratón de Boston, y de anciano cuando corrió su última.

A las 2:07pm, entro a la milla 20 (~32K), la más fuerte de todas, la PARED el MURO mental o como prefieran llamarlo, pero la verdad que nunca sentí esa ‘temible’ pared. Muchos carteles con mensajes de aliento decían: ‘you look great’, ‘the WALL doesn’t exist’, ‘you can do it’, ‘only 10 more milles’, etc.

Además, la milla 20 es famosa porque allí está la peor cuesta de todas, la cuarta colina, la Heartbreak Hill (no pudieron colocarle mejor nombre), algunos dicen porque allí tu corazón sube a mil latidos por minuto, otros porque una vez conquistada lloras de emoción, etc.

Aquí una foto de parte de la subida…

Algunos sádicos con mensajes: ‘Welcome to Heartbreak Hill’, ‘Stop and sit with us’, ‘Do you want to do that?’, etc… todos estos mensajes no hacían más que darte ánimos y seguir adelante.
Heartbreak Hill es demasiado especial, ‘es muy larga y dura’ (esta frase le va gustar a Mario), la gente poco a poco va cerrando el camino a lo largo de la subida, con el fin de darte ánimos, darte una palmada de aliento… piensas que llegas a la cima y una nueva curva te hace ver la realidad y que no fue así. En todo este trayecto dejaba a todos como postes, nadie me pasaba, muchas personas caminaban mientras que yo corría. Parece que a la gente le sorprendía esto, muchos me alentaban y gritaban: ‘go Perrrrrrrrrru’, ‘you look great’ y les devolvía el saludo con la mano.

En esta foto, La Muerte, esperándote en la cima de la colina.


A lo lejos se ve el Boston College y recordaba lo que me decían: ‘cuando veas el Boston College, sonríe que terminaron todas las colinas y a partir de allí todo es bajada hasta la llegada’… luego, Brookline, el séptimo pueblo de la maratón… te da la bienvenida.

En la foto, el Boston College es el edificio de la derecha.
Todos los universitarios del Boston College te esperaban borrachos, las chicas gritaban ebrias y te estiraban la mano para que las saludes, una que otra Demonia hacía el ademán como para mostrarte las chichis… pero no vi nada :’(, jaaaaaaaaaa… los hombres te ofrecían cervezas, también te estiraban las manos y te las golpeaban con fuerza para darte ánimos.

Recorrer del 30K al 35K me tomó 31:18.97 minutos, a 6:15min/Km. (~9.6Km/h), había bajado la velocidad 15 segundos. Tal vez no parezca mucho, pero luego de 30K, con el viento helado que corría y la temperatura muy baja (~5ºC) era algo que muy pocos lo hacían. Además, me sentía muy bien, ni un calambre, ni dolores en el pié, ni en la rodilla, ni escaldaduras, ni tetillas irritadas, ni sangrando… es más, hasta ni sudaba… el viento frío evaporaba rápido el sudor, las muñequeras nunca las usé para secarme el sudor.

Solo faltaban 7K...


lunes, 1 de junio de 2009

2009 Boston Marathon: Correr para contarla - La Carrera 1

Un rato después, se oye el primer balazo, y vemos como todos los corredores discapacitados dan por inicio la maratón... definitivamente, son ellos los que se merecen llevarse todas las palmas.


A las 9.45am, sale el grupo élite de mujeres, por allí cerca veo a Kara (muy linda ella), la esperanza de los gringos para que Boston se quede en USA luego de muchos años de supremacía africana… al final quedaría tercera.



A las 10:00am, se oye otro disparo y salen los más veloces, el grupo élite de hombres, por allí estaba el africano Cheruiyot, que buscaba ganar Boston por cuarto año consecutivo.


Estos dos grupos de élite, no llevan números en el pecho como el resto de los corredores, ellos llevan su nombre o apellido. Angel Corbera me preguntaba:
—¿Algún día correrás con tu apellido en el pecho?
—Claro, que si— le respondí —pero escrito con plumón y a mano, ja, ja, ja


A las 10:15am sale la primera ola, aquellos que han hecho un tiempo de clasificación oficial.

Minutos antes de la 10:30am, ya estaba ubicado en el corral número 24, que tenía a los corredores con bib numbers del 24,000 al 24,999. Se sentían los nervios, angustia, oía muchos idiomas alrededor mío. Estábamos apretados y a pesar del frío sentía calor por lo pegados que empezábamos a estar, así que me saqué el pantalón de buzo y se la di a uno de los voluntarios que colectaban todo para donaciones. Aproveché en hacerle doble nudo a la zapatilla —que es uno de los tips que también te dan. A las 10:30am en punto, oímos nuestro disparo de inicio, pero no avanzábamos nada, y mientras esperaba que todos se muevan, me saqué la chompa, la di a las voluntarias que seguían juntando la ropa… ya tenían como para llenar tres camiones.

Mucha gente nota que en mi polo decía ‘Perú’, y empezaron a conversarme: ‘ohhh, Perrrrrrrrruuuu’. En este corral también estaba dispersos todos los corredores de EMC y corredores de todas partes del mundo. Se veían polos con nombres de muchos países: España, Italia, Brasil, Japón, de todo el mundo.


Otros corredores con fotos en sus familiares en los polos o con nombres de personas, otros con mensajes de aliento, nombres de organizaciones (seguramente al igual que yo, corrían también por caridad), nombres escritos en las piernas (yo me escribí ‘MARO’), brazos, etc.; otros con banderas de sus países pintadas en la cara… en fin, cada uno llegaba a la maratón con su propia historia que contar, en ese momento éramos 28,000 diferentes historias, desde los élite hasta los discapacitados… y pesar de no conocernos… todos nos deseábamos suerte en inglés, menos con un par de españoles con los cuales nos abrazamos y deseamos suerte en español.


Poco a poco empezamos a avanzar, al comienzo solo caminando, al rato iban apareciendo espacios que te permitían caminar un poco más rápido, empezar a trotar y luego correr. A medida que avanzábamos, se empezaba a oír un pitido cada vez más fuerte, era el sonido que hacían los chips al momento de pisar la primera alfombra, que te anunciaba que había empezado la maratón para uno. Así que aprovecho y tomo mi primer gel, sabor a chocolate con 200mgr. de cafeína.

Recién a las 10:40am cruzo la línea de partida y arranco el reloj, que estaba configurado para que cada 5K almacene la información, la próxima vez lo configuro cada kilómetro para guardar más detalles de la carrera.

Mi entrenadora me repitió hasta el cansancio que debía correr a 6:30min/Km., y eso fue lo que intentaba hacer, me recomendó también no mirar siempre el reloj sino cada 10 minutos para saber la velocidad a la que iba. Entonces noté que cada milla (~1.6 Km.) la cruzaba cada 10 minutos aproximadamente, y así controlaba el paso. Afortunadamente todo está bien marcado y era muy fácil saber en que milla estaba uno.

Todos estos resultados son los que he descargado del reloj, al final hubo una diferencia con los mostrados por la página oficial de la maratón
http://www.baa.org/, pero mínima.


A medida que iba corriendo e hidratándome con las botellitas que llevaba en el cinturón, me doy cuenta que, a pesar de haber comprado en USA el mismo sabor de Gatorade al que suelo tomar en Lima, no sabían igual, eran completamente diferentes, hasta por momento no me gustaba… solo esperaba no me caiga mal al estómago, sino literalmente iba ser la caga**.



A las 11:11am llegué a Ashland, segundo pueblo que cruza la maratón, hasta allí van 5K que termino en 31:47 minutos a 6:21min/Km. (~9.4Km/h).

En verde el altímetro, se ve que el primer kilómetro de la maratón es bajada, una pequeña subida y luego se pone ‘plano’ y finalmente otra bajada, en azul el paso al que iba, recontra inestable. El título del gráfico muestra las horas de inicio y fin de esos 5K (mi reloj estaba configurado con la hora de Perú, Boston tenía una más).

En la maratón, cada 5K hay dos alfombras rojas que al pasar sobre ellas, guarda el tiempo hecho hasta ese momento y lo publica en la Web. De esta manera, mi trainer y muchos de mis buenos amigos que me estaban siguiendo vía Web se iban enterando de mi participación y que aún seguía vivo.

Me contaron también la historia de una cubana, que en alguna maratón anterior burló a las autoridades y tomó el tren para llegar primera a la meta. Si en aquella época hubieran tenido este sistema, la habrían detectado y eliminado a tiempo.

Poco a poco empezaba a notar por qué Boston es la maratón más famosa del mundo, la más antigua y la que todos quieren correr. Por algo la llaman también, La Maratón de los Maratonistas.

No hay ni un metro libre, en donde la gente no deje de alentarte, de darte sus ánimos, de querer tocarte, porque para muchos de ellos (en especial para los niños) uno es su héroe. Durante el recorrido se ven carteles como:
- Go runners
- You are my hero… es de la mayoría de pequeños
- Yes, you can Obama!... creo que estos eran los partidarios de Obama, porque ese era el lema durante su campaña
- Impossible is nothing
- With God everything is possible


Pero hubieron dos que me hicieron reír, el de dos niñas, de unos 10 y 6 años más o menos, el primero decía: ‘All of you are crazy’, y el segundo: ‘Will you marry me?’... muchos no resistían la tentación e iban donde las pequeñas y se tomaban fotos con ellas.





A las 11:43am llegué a Framinham, tercer pueblo que atraviesa la maratón, ya había recorrido 10K. El trayecto de los 5K a los 10K los hice en 31:26.47 minutos a una velocidad promedio de 6:17min/Km. (~9.5Km/h).

En verde la altitud, y se nota que la bajada de los primeros 5K continua hasta que viene una primera subida de unos 20mts. más o menos; en azul el paso al que iba. Como siempre, el título muestra la hora de inicio y fin de esos 5K, mi reloj estaba configurado con la hora de Perú, en Boston era una más.

Luego de cruzar nuevamente la alfombra roja, recuerdo que tenía que tomar mi segundo gel ya que Maro me había dicho que debía alimentarme luego de cada hora, el gel era del mismo sabor de siempre, chocolate, buenísimo per un poco dulce, tenía que pasarla con un buen trago del Gatorade que me sabía malísimo.


Los gritos de aliento no dejaban de oírse de todos lados, como corría con mi polo con PERU en el pecho, muchos me alentaban gritando cosas relacionadas a ‘PERU’ y yo les devolvía el saludo cual Miss Universo moviendo mi manito… me gritaban:
- Go Peru!!!
- Peru, you rock!!!... esto me hacía acordar a las hermanas Ritchie
- MachuPicchu!!!
- Pisco Sour!!!

Hasta que una tía gringa me gritó en español:
—Hey Perrrrrrrrrrru, me gustar muuusho el cevishe!!!
—Ja, ja, ja, a mi tambiééééééén— le respondo, la saludo con la mano y sigo corriendo… kilómetros más allá me acordaba de la tía y me reía solo.

Unos mexicanos medios borrachos al lado de la ruta me gritaban (obvio, en español):
—Vivan las peruanas, guey!!!

Avanzaba y no dejaban de sorprenderme, un señor del público ubicado a uno de los bordes de la pista, se da cuenta que soy peruano y me lanza:
—Perrrrrrrrru, 27 millions of citizens, Lima the capital
—Siiiiiiiiiiiiii, ja, ja, ja— no podía creerlo

En Framinham, la ruta de la maratón pasa por una tienda de lámparas que tiene unos vidrios muy grandes, a los cuales el dueño limpia el día anterior a cada maratón, de tal manera que cuando pasas frente a la tienda te ves reflejado en los vidrios y ves el estado en el que estás… miré a la derecha y aún lucía bien, no estaba cansado ;)


A las 12:15pm me recibía Natick, cuarto pueblo, iban 15K… me sentía muy bien, no me dolía nada, estaba realmente disfrutando de la maratón, de todo lo que veía y oía en la ruta. Ni me acordaba del dolor al pié derecho que me tenía preocupado hasta la semana anterior a la carrera. Una vez más, Maro tenía razón, recuerdo que me dijo: ‘va dejar de dolerte el día de la maratón’, pero me empezaba a doler en otro lado, en el mismo pié derecho pero a la altura del pulgar, luego desaparecería la molestia.

Recorrer del 10K al 15K, me tomó 31:57.09 minutos a una velocidad promedio de 6:23min/Km. (~9.4Km/h), corría muy cómodo, quería ir más rápido pero me daba miedo morir en el intento y no terminar la carrera.

La maratón era una fiesta, muchas personas sacan la parrilla al borde la pista, colocan las sillas, se sientan a tomar cervezas para ver y saludar a los corredores. Familias enteras y especial los más pequeños te brindan agua, Gatorade, naranjas en rodajas, plátanos, pasas, maní, gels, toallitas para el sudor, ¡¡¡de todo!!!

Un hospital (no recuerdo el kilómetro), sacó a los enfermos en cama al borde de la pista; lo hizo también un centro geriátrico, que sacaron a los abuelitos y ellos miraban felices a los corredores… de hecho les sirve como terapia, ¿no? Los enfermos y viejitos nos veían pasar, nos aplaudían y nos daban ánimos, algunos hasta hicieron sus carteles para sus corredores favoritos… ¡¡¡increíble!!!


En la milla 12 (~19k) me esperaban los Corbera, ellos estaban de voluntarios allí repartiendo agua y Gatorade para los corredores. David Corbera me reconoció y me pasó la voz a la distancia, me tomaba fotos y me avisó donde estaban sus papás para poder cambiar las botellitas. Gladis muy amablemente ya las tenía listas, así que mismo Fórmula 1, demoré 10 segundos en los pits y seguí corriendo.

12:47pm y ya había recorrido 20K, esos últimos 5K me tomaron 31:53.27, a un pace de 6:22min/Km (~9.4Km/h). Los 20K era el kilómetro más esperado por todos, el locurón, el quinto pueblo que cruzaba la maratón, Wellesley… y en especial, Wellesley Collage, la universidad de mujeres de ‘buena familia’, todas ellas entre 18 y 23 años más o menos, una de las universidades más caras para clase alta, pero ese día todas son ‘Demonias’ y esa parte de la ruta es conocida como ‘Wellesley Scream Tunnel’.

A casi un kilómetro del collage, se empiezan a escuchar los gritos, carteles de Adidas también te van anunciando que se acerca Wellesley, ‘Are you ready for Wellesley?’, decían algunos.

David Corbera trataba de correr al lado de la ruta con su cámara para tomarme algunas fotos (luego se doblaría el pié por intentar seguirme), mientras voy ubicándome estratégicamente al lado derecho del camino, y de allí nadie me iba a mover, ja, ja, ja.
Entro en el túnel de gritos y era ensordecedor, por momentos insoportable, pero no me molesta, todas querían darme su afecto y aliento… y yo estaba allí para recibirlo, ja, ja, ja. A pesar que les han puesto barras separadoras para que no se metan, muchas se trepan y se sientan en las barras esperando estar más cerca de los corredores.









(continuará...)